Ginkgo biloba

Carlos Gómez Miranda

Esta fotografía nos muestra un árbol considerado de gran valor por ser un fósil viviente. Pertenece al grupo de las gimnospermas y a la familia Ginkgoaceae, compuesta por dos géneros extintos: Ginkgoites y Baiera (conocidos por sus hojas fosilizadas); y uno vivo, Ginkgo. Es la única especie de su género que ha llegado hasta nuestros días, contándose así entre los seres vivos que resistieron la devastación originada por la bomba atómica en Hiroshima. Es originario de China. Sus características hojas flabeladas en forma de abanico, presentan una nervadura dicótomica debido a las ramificaciones en sus extremos. De ellas se puede obtener un extracto que posee flavonoides que aumentan la circulación sanguínea, adecuada para la irrigación de los tejidos orgánicos. Además, se les atribuyen funciones antiagregantes y oxigenadoras. Aunque a este árbol sagrado se le dificulte adaptarse al evidente calor de Sevilla, podemos encontrar ejemplares centenarios en el Real Alcázar, Campus del Rectorado, Parque de María Luisa o Isla de la Cartuja.

Autor: Carlos Gómez Miranda