Las alas de las marismas
Carlos Vázquez Chanivet
Este correlimos menudo (Calidris minuta), se encontraba solitario en una pequeña y cálida charca salobre de las marismas del Puerto de Santa María, disfrutando del sol tenue del atardecer. Por su pequeño tamaño y coloración dorsal parda, puede pasar desapercibido frente a otras especies marismeñas más llamativas como los flamencos. Sin embargo, los correlimos, también son unas aves importantes para las salinas, ya que ejercen un papel en el control de las poblaciones de invertebrados acuáticos. Esta especie es la más pequeña de todos los correlimos, y no es tan común como otros, ya que se le puede observar, o bien de invernada, o bien de paso hacia su hábitat reproductivo, que es el norte de Europa. Antes de desaparecer en el horizonte, esta especie siempre nos despide con su agudo y penetrante canto, como este ejemplar, que se perdió entre los últimos rayos de sol.