Atlas de Oliva
Ms. 1271. Palacio Real de Madrid. 1580-1588
El valioso atlas de Joan Riczo alias Oliva se encuentra en la Biblioteca del Palacio Real de Madrid, con la signatura ms. 1271. Es un manuscrito con veinte hojas; diecinueve mapas y la portada. Tiene una encuadernación en piel marrón posterior a la fecha del atlas, seguramente del siglo XVIII, que mide 31 cm. de alto por 23,5 cm. de ancho. Cada uno de los mapas ocupa las dos hojas del libro abierto, por lo que cada mapa mide 31 cm. de alto por 46 cm. de ancho. Los mapas están dibujados en pergamino y en su origen estuvieron pegados unos a otros por el verso de la piel, que no se dibujaba habitualmente porque correspondía a la parte que estaba en contacto con los pelos del animal y era muy rugosa.
La primera hoja es la portada, que no ocupa las dos hojas del libro. Está representado un Cristo muy musculoso y con el torso inclinado hacia adelante de cuyas manos y pies clavados en la cruz mana un chorro de sangre. A derecha e izquierda de la cruz aparecen la Virgen y San Juan con vestiduras renacentistas. Es una representación muy ingenua. Debajo de esta escena sagrada y en una sola línea está la leyenda: Joan Riczo alias Oliva figlio de mastro Dominico in Napoli. Año 1580. Fuera de la orla dorada que rodea la portada y con una letra distinta de la de la firma y aparentemente posterior, está escrito: Di Cesare della Torre, que debió ser el propietario del atlas, evidentemente italiano. No hay ninguna noticia en la Biblioteca del Palacio Real de cómo llegó a dicho archivo.
El pergamino está pintado por una sola cara, llamada la flor del pergamino o pars munda en contraposición de la pars pili que presentaba problemas a la hora de admitir los colores. Las hojas estaban pegadas entre sí, pero fueron despegadas en algún momento. Todo el Atlas está circundado por orlas con motivos geométricos y vegetales, sólo tres orlas están decoradas con unas cabezas de angelitos con las alas extendidas muy rudimentarias. No existen representaciones de ciudades ni de reyes o banderas en el interior de los países. Las rosas de los vientos tienen un claro carácter ornamental con muchos colores, predominando los dorados.
Por el contrario, las escalas de leguas en este atlas no tienen ese carácter pues son unos simples puntos rodeados de un círculo que aparecen a la izquierda y derecha del atlas según se abre éste. El interior de los continentes está lleno de grandes letras en lugares geográficos que, junto con la orografía convencional y con el curso de los ríos que sólo aparecen dibujados al llegar a la desembocadura, constituyen otro elemento decorativo. El océano Atlántico aparece siempre surcado por varios navíos que llevan la bandera de Castilla cuando navegan en aguas americanas y la de Portugal si lo hacen por aguas africanas o asiáticas.
Los atlas con gran número de cartas como el que comentamos eran poco frecuentes, pues suponían una gran inversión tanto en tiempo como en dinero. Por esta razón se solían hacer de encargo para algún personaje adinerado y con una finalidad más bien informativa. Los más corrientes eran los atlas de dos o tres páginas que abarcaban el Mediterráneo o bien el Mediterráneo y el Egeo. A juzgar por la cantidad de cartas relativas a América, con información muy detallada, podemos deducir que la finalidad principal de este atlas era la de dar a conocer los territorios del Nuevo Mundo al usuario para el que estaba destinado.
Hoja IV. Typus Orbis Terrarum
El mapamundi de la hoja IV es un planisferio ovalado, achatado en el sentido de los polos, derivado del de Ortelio. Sudamérica aparece con forma cuadrangular, característica de los cartógrafos centroeuropeos. La enorme tierra que aparece por debajo del estrecho de Magallanes, que llama Tera de Fuecho, no está representada en ninguna carta particular, lo que prueba que estaba inspirada en las teorías de Ptolomeo. El continente asiático aparece separado de América. Africa, que en aquella época estaba suficientemente circunnavegada por los portugueses, muestra un contorno irreal, al contrario que en otras hojas del atlas. Lo mismo sucede con la India, rigídamente alargada. Las líneas de los trópicos están señaladas, igual que el Ecuador y los círculos polares, que coexisten con los rumbos. Ocho soplones, que representan a los vientos, circundan el mapamundi. Este ornamento aparece primero en la carta de Juan de la Cosa y en una carta de Domingo Oliva de 1568. Escocia está separada de Inglaterra, como era frecuente en aquella época. En conjunto nos encontramos con una representación del mundo conocido con un carácter marcadamente arcaizante que está en contradicción con las restantes láminas del atlas.
Carta del mediterráneo de Baldasaro da Maiolo Vesconte de 1588
Las dos últimas hojas del manuscrito de la Biblioteca del Palacio Real componen un portulano distinto del Atlas de Riczo-Oliva. Se trata de la Carta navicatoria di mano de Baldasado da Maiolo Visconte fatta nell'anno MDLXXXVIII. Representa el ámbito geográfico del portulano normal, es decir todo el Mediterráneo, en dos hojas. Cada hoja mide 46 cm. de largo por 31 de ancho. La hoja primera, que hace el número XVIII de los mapas del atlas, representa la costa de la Península Ibérica hasta Finisterre por el N. y hasta el cabo Mogador por el S. El trazado de la península italiana termina en Calabria, sin incluir las costas bañadas por el Adriático.
En la parte superior del margen izquierdo aparece la leyenda con la fecha y la firma; la escala de leguas está colocada en la parte izquierda del margen superior, formando un ángulo recto con la leyenda. Todo el pergamino está rodeado por una orla muy sencilla. El sistema de rumbos está centrado al sur de Cerdeña. Este sistema de rumbos está trazado después de dibujado el contorno de la costa y escrita la toponimia.
Hay 16 nudos de rumbos distribuidos por el portulano y 4 rosas de los vientos, iguales de dos en dos y de distinto tamaño; dos dibujadas con ocho vientos y con la lis apuntando el N.; las otras dos con los 32 rumbos dibujados y con la inicial del nombre de los vientos. La que está en Africa a la altura de Trípoli y la de España a la altura de Zaragoza son iguales, tienen una flor de lis al N. y ocho rumbos en rojo y azul. Las que están en el Sahara y a la altura de Roma tienen 32 rumbos y la inicial de los vientos.