Compendium Geographicum de Pedro Texeira
Ms. H 448 (ca 1650). Uppsala universitetsbibliotek. ca. 1650
En 1916, el hispanista sueco Paul Hógberg daba cuenta de la existencia del manuscrito de este nombre en un artículo publicado en la Revue Hispanique. Describe Hógberg, en efecto, un manuscrito de la Biblioteca de la Universidad de Uppsala que, bajo el título de Compendium Geographicum, agrupa un mapamundi, un mapa de España y seis mapas de las costas cantábrica y de Galicia, dibujados todos a la aguada en papel, en doble folio en 8°, más los correspondientes textos: "Descripción del mapa Universal" y "Relación de la Tabla de España", cada uno de ellos con caligrafía diferente; en total, 48 folios en 8° encuadernados en pergamino. Está dedicado este manuscrito a Diego Messía, marqués de Leganés, gentilhombre de Cámara de S.M., del Consejo de Estado, capitán general de la Caballería de Flandes y de la Artillería de España; y firmado por su autor, sin constancia de su fecha.
El Compendium Geographicum llegó al país nórdico de la mano del diplomático y erudito sueco Johan Gabriel Sparwenfeld, comisionado para estudiar los orígenes godos de la monarquía sueca en los países de Europa occidental, llegó a Madrid en 1690. En la capital de España tuvo la oportunidad de adquirir, de forma directa o en almonedas, valiosos manuscritos que acabaron, en su mayoría, en la Biblioteca Real de Estocolmo o en la de la Universidad de Uppsala.
Pedro Texeira nació en Lisboa hacia 1595 en el seno de una familia de cartógrafos. Su propio padre Luis Texeira, cosmógrafo mayor del reino de Portugal, trabajaba ya entonces para la Corte de Madrid, y sendos mapas del Japón y las Azores grabados según diseños suyo fueron incluidos en el Theatrum Orbis Terrarum de Ortelius. En 1650 le fue encargada la Descripcion del Reino de Valencia. Para entonces ya debía estar trabajando en la obra que ha consagrado su nombre para la posteridad, la Topographía de la Villa de Madrid.
En el mapamundi de Texeira prima la intención didáctica y estética sobre el rigor de la representación, pues parece no haberse aplicado ningún tipo de proyección, en una época en que estaba relativamente generalizada la proyección cilíndrica conforme de Mercator, llamada también de latitudes crecientes. El sistema de paralelos está formado por la línea equinoccial, los trópicos y los círculos polares; respecto a los meridianos, sólo se representa el meridiano origen, que es el fijado por el Tratado de Tordesillas de 1494, 270 millas al Oeste de las islas de Cabo Verde. En éste se indican los guarismos de las latitudes, en tanto que sobre la línea equinoccial aparecen los de las longitudes.
También se representa la eclíptica, entre los trópicos de Cáncer y Capricornio en la llamada "zona tórrida", jalonada por los signos del Zodíaco; y desde el Ecuador, a partir de los 90° y 270° de longitud, irradian sendos haces de 30 rumbos cada uno, la mitad de los cuales convergen en el meridiano origen de Tordesillas, en lo que parece ser una rémora de la antigua cartografía portulana. La escala gráfica, expresada en leguas castellanas, se localiza en un pitipié en la parte inferior derecha del mapamundi.
La representación continental es cuatripartita, tal y como lo corrobora el autor en el texto de la "Descripción de las tierras del orbe"; de manera que no se representa, como ocurría con frecuencia en otros mapamundis de la época, la Terra australes nondum cognita, y en su lugar figura una filacteria con la leyenda "POLUS ANTARCTICVS". No aparece, sin embargo, Australia porque, aunque las naves de Pedro de Quirós habían tocado ocasionalmente la península de York en 1606, no había todavía cartografía de esta isla-continente. El polo Norte se dibuja bajo la forma de cuatro islas, de acuerdo con la tradición del relato medieval del monje Nicholas de Lynn, seguida en los mapas del XVI.
Incorpora este mapamundi una novedad respecto a otros anteriores o coetáneos, y es la representación de las principales rutas de navegación del globo. En "hilo de oro" se indica la seguida por los portugueses hacia las Indias Orientales; en rojo, la vuelta que por diferentes derroteros hacen; en azul, la seguida por las armadas desde España hasta las Indias Occidentales; en plata, el retorno de los galeones a la metrópoli peninsular; en verde, la ruta de circunnavegación abierta por Magallanes; en azul marino, la del galeón Acapulco-Filipinas, y en tono "leonado" la que comunica Brasil con la península Ibérica.
El conjunto del mapa está enmarcado por dos gruesas franjas con motivos decorativos. En la superior, sobre una cartela roja se dibuja el título en oro: THEATRVM ORBIS TERRARVM. En la inferior, campean las armas del dedicatario flanqueadas por representaciones decorativas que parecen ser del Coliseo.
El mapa de España aparece enmarcado en una orla rectangular, a cuyo lado izquierdo se adosa una escala de latitudes, quedando encuadrado el territorio peninsular entre los 36° y 43,5° de latitud Norte, con notoria precisión. No hay, sin embargo, representación de las longitudes, aunque en el texto que lo acompaña se especifica que "de longitud dista lo más occidental de ella treinta y seis grados del meridiano por donde el papa Alejandro Sexto dividió las conquistas de Portugal y Castilla y la más oriental dista del dicho meridiano cuarenta y siete grados". Al no haber representación de los meridianos, el mapa carece de sistema de proyección, lo que puede explicar también la deformación de la figura de la Península en el sentido Este-Oeste. En comparación con otros de su época, como los de Ortelius o Blaeu, presenta un perfil de la Península más ajustado al de los mapas actuales, y una representación de la topografía y de la red fluvial bastante más precisa y moderna.
Junto al mapa de la península Ibérica, se incluyen mapas de las costas cantábrica y gallega. En total, seis mapas con formato y estilo unitarios, que permiten calificar de Atlas mínor de las costas de España el legado cartográfico del Compendium Geographicum.