Thesaurus Euonymi Philiatri De remediis secretis

Lugduni : apud Antonium Vincentium, 1557 y Tiguri : Christophorus Froschouerus, 1569?

El Thesaurus Euonymi Philiatri De remediis secretis fue escrito por el naturalista y polígrafo suizo, Conrad Gesner, y se publicó bajo el seudónimo de Evonyme Philiastre. Es una revisión sintética de los trabajos sobre las técnicas de destilación y sus aplicaciones terapéuticas. Ha sido definido como el primer manual de química farmacológica. Contiene un recetario de preparación de aceites, de vinos de diferentes sabores y de perfumes y cremas para el embellecimiento del cuerpo. Publicado en latín en 1552 en Zúrich y posteriormente en Lyon en 1557.  Esta última, de la que se encuentra un ejemplar en la Biblioteca de El Escorial, ha sido la utilizada para el volumen primero de este facsímil. Posteriormente,  Gaspar Wolf publicó la segunda parte del libro, con materiales de Gesner, después de la muerte de éste. La obra, titulada Conradi Gesneri sive de remediis secretis... Pars secunda (Zurich, 1569) tuvo tanta aceptación como la primera, y es la utilizada para el facsímil del segundo tomo. En este caso se ha partido del original custodiado en la Academia de  Farmacia de Castilla y León.

Frente a muchos médicos de su época, avaros de algunos conocimientos que ocultaban, para asegurarse en exclusiva pingües beneficios, nuestro autor intenta poner a disposición de todos y, en particular, de médicos y farmacéuticos, el Tesoro de los Remedios Secretos, para la conservación o restitución de la salud. Tal vez, por esta razón, escogió el seudónimo Evónimo Filiatro, nombre que proviene del griego y parece significar «amigo de la salud» o «amante de la medicina».

Conrad Gesner tenía desde muy temprano una opinión muy desfavorable hacia Paracelso, tanto por las excentricidades del personaje como por sus opiniones teológicas. Con el tiempo, Gesner pasó de una crítica radical a la doctrina teológica de Paracelso a una aceptación de los remedios alquímicos. Desarrolló una relación de admiración y crítica hacia Paracelso, lo que explica por qué publicó anónimamente su obra "Thesaurus Euonymi Philiatri De remediis secretis" para divulgar los remedios paracelsianos de medicina destilatoria. Este compendio incluía recetas médicas de alquimistas medievales y preparaciones metálicas que él consideraba efectivas. A diferencia de Paracelso, Gesner no rechazaba la medicina de Hipócrates y Galeno. Si bien la medicina antigua desconocía los remedios destilados, Gesner podía producir destilados medicinales manteniéndose fiel al espíritu de la cultura humanista, ya que la destilación se concebía como una extracción de la parte sutil y pura, terapéuticamente efectiva, de la materia médica galénica.

El Thesaurus está lleno de numerosas citas de autores, o más exactamente, está compuesto por secciones que terminan con el nombre de un autor. Revisa los trabajos más importantes de los tres siglos anteriores sobre el tema y ofrece una síntesis original. La introducción enumera  "los autores citados en este libro", en una larga lista que abarca tres páginas. Los trabajos más citados son los del boticario de Estrasburgo, Hieronymus Brunschwig (quien, según él, "es el primero en lengua germánica en haber escrito sobre aguas destiladas"), del médico Sylvius (Jacques Dubois) por "sus comentarios sobre Mesué y sus libros sobre la preparación y composición de medicamentos simples", y de Cardano. Luego vienen Ramon Llul por "un libro muy docto y bueno sobre la Quintaesencia", el médico y botánico de Siena Mattioli por "su libro sobre la viruela y sus comentarios en italiano sobre Dioscórides", y el cirujano de Al-Ándalus,  Abu Al-Qasim.

pág. 187v-188r de Euonymus Conradi Gesneri ... De remediis secretis liber secundus,  Zurich, 1569

Transcripción del texto que acompaña a la ilustración de la pág. 188r.

"OTRO INSTRUMENTO PARA DESTILAR AGUA DE VIDA, TOMADO DEL AUTOR DE LA PIROTECNIA
Aunque cada día se inventan instrumentos diversos, sin embargo, este siempre me ha parecido que es el más cómodo y el más útil. Prepárese un vaso de cobre recubierto de estaño. De este vaso, por la parte por la que se echa el vino, hágase salir un canal largo construido con muchas cavidades. Este, al final de cuatro o seis brazas debe tener una cuba pequeña hecha de cobre o madera, de manera que el canal salga por la parte superior de la tina o cuba, desde el centro y con sinuosidades. En cambio el final o extremidad del canal debe ser recto, con un capitel de vidrio adecuado cuya nariz encaje en el vaso recipiente. Este vaso así preparado se pone en el horno y se le echa vino por el canal que sale frente a la espita, a través del cual también se limpian las heces una vez terminada la destilación. En cambio, por la parte superior, la cuba o tina colocada bajo el canal, que por su sinuosidad se llama "serpiente", debe llenarse de agua fría, como muestra la presente ilustración".

Facsímiles en Catálogo Fama, vol. 1 y vol. 2   
Original consultable en linea en Archive.org (vol 1) y Universidad Complutense (vol 2)