Libro de horas del Marqués de Dos Aguas

Ms. 103-V1-3. Biblioteca Bartolomé March de Mallorca. ca. 1495

El manuscrito 103-V 1-3 de la Biblioteca Bartolomé March de Mallorca es un códice de lujo que transmite un Libro de Horas, cuyo oficio principal, el de las Horas de la Virgen, sigue el rito de la diócesis de Valencia. Ingresó en la biblioteca en la década de los setenta.

El primer propietario del manuscrito es el baron de Dos Aguas, don Giner IV, hijo de Giner III y de Isabel Vives de Boil. Lo sabemos por el escudo que cierra el fol 15 r, que muestra las armas del propietario. Un escudo ojival, partido y medio cortado; en el primer cuartel en campo de oro tres peras de sinople bien ordenadas, por Rabasa de Perellós; en el segundo cuartel cortado, primero en campo de plata un castillo rojo mazonado de sable y aclarado de plata, en el segundo en campo de sinople un buey pasante de gules, por Vives de Boil.

Esta confeccionado en pergamino-vitela (199x142 mm.) de gran calidad. El copista anónimo de fines del s. XV o principios del s. XVI, utilizó una particular ejecución gráfica enfatizada en marcar el claroscuro gótico, producido en la escritura por el contraste de trazos gruesos y finos. La homogeneidad gráfica de todo el manuscrito tan sólo se ha visto perturbada por el uso de unas capitales renacentistas de gusto clásico localizables en la filacteria que recoge el saludo que el arcángel san Gabriel hizo a la Virgen María.

A pesar de que estos indicios sitúan la copia del manuscrito en los primeros años del siglo XVI, el escribano se comportó como un copista plenamente medieval y por ello en su trabajo hay un deseo consciente de evitar el vacío, por el horror que produce la nada (horror vacui) y, comportándose de ese modo, rellenó con signos innecesarios renglones que textualmente no estaban ocupados, especialmente en la parte final de la línea.
Para escribir todo el manuscrito el escribano se valió de una tinta de disolución uniforme, cuyo color sólo varía motivado por una diferente preparación a partir del folio 57v-58r. Para el resto utilizó la combinación de colores, rojo-azul, tan propia de los manuscritos medievales. Llama poderosamente la atención el hecho de que son muchos los pasajes escritos con pan de oro.

Fol. 14 v. La Anunciación

Un capítulo especial e importantísimo del Libro de Horas de la casa de Dos Aguas lo constituye la abundante decoración.  Aunque sólo existe una miniatura de página entera, tanto las orlas de páginas completas de los inicios de capítulos, como las orlas marginales desparramadas a lo largo de todo el texto lo convierten en un ejemplar armónico y de gran belleza decorativa, Destaca la miniatura de la Anunciación (fol. 14 v.)

La imagen se halla enmarcada en el espacio central de la página. Caminando hacia su interior se localizan en la parte superior bóvedas decoradas de azul y estrellas doradas estampadas en ellas. Los arcos interiores (de medio punto, pero rebajados) los sostienen finas y esbeltas columnas, decorados sus respectivos fustes en verde y granate, que se apoyan sobre bases doradas y culminan con sendos capiteles, también dorados. En el centro, en la convergencia de la perspectiva, el Padre eterno, sosteniendo la bola del mundo, aparece flanqueado por las cabezas de dos ángeles y
apoyado en un tercero, bajo el que el miniaturista ha colocado la blanca paloma, representativa del Espíritu Santo. Debajo de todos ellos y en una superficie diferenciada del suelo un jarrón con cinco ramas de azucenas que simbolizan la pureza de María.  A su derecha y detrás de la Virgen María un dosel dorado separa la estancia principal de la habitación contigua, en la que se adivina un dormitorio.


Frente a ésta, y en el vano de una arcada que deja percibir el azul del cielo, tres hileras de ángeles miran y escuchan atentos y con reverencia la imagen central. El miniaturista ha reservado el espacio central del recuadro para representar el diálogo evangélico por medio del cual el arcángel San Gabriel anunció a María la concepción de Jesús. Las imágenes mudas se expresan a través de sendas filacterias que les acompañan. De la mano del arcángel se despliega una cartela blanca en cuyo interior se aloja el mensaje: "AVE. GRATIA. PLENA [.DOMIN]VS. TE[CV]M. BENE[DICTA. TV. IN. MULIERIBUS]". En realidad se trata del pasaje, aunque fragmentario, del Evangelio de San Juan identificado como 1, 28 que discurre del siguiente modo: Et ingressus angelus ad eam dixit: Ave gratia plena: Dominus tecum: benedicta tu in mulieribus.
La imagen de la Virgen no despliega ninguna cartela ni filacteria. Aparece arrodillada ante un reclinatorio, que dispone en su parte superior de un atril sobre el que descansa un libro abierto, en el que el miniaturista ha pretendido imitar la escritura pero sin llegar a escribir nada.


Da la impresión de que la imagen de María muda y sin respuesta, acepta el mandato divino. Sin embargo, el miniaturista, conocedor del diálogo ( bien porque lo ha leído, bien porque ha visto y tomado como modelo otras representaciones en las que aparece así) y evitando, de ese modo, ocupar el espacio central de la imagen, ha colocado el texto de la respuesta de María en el paño de color verde brocado que cubre el reclinatorio en su extremo inferior, entre dos líneas paralelas en las que se lee: EC[CE] ANC[ILLA DOMINI]. Texto para el que se han empleado unas capitales humanísticas doradas coetáneas, sin lugar a dudas, de las que el mismo miniaturista utilizó en la filacteria transportadora del mensaje divino.

Facsímil en Catálogo Fama
Institución que alberga el original: Fundación Bartolomé March