Codex Granatensis
Códice C-67. Biblioteca Universitaria de Granada. s. XV
El precioso códice de caracter biológico y médico de la Biblioteca universitaria de Granada conocido tradicionalmente con el nombre de «Libro sobre los animales y las plantas de San Alberto Magno», y actualmente conocido como Codex Granatensis, comprende un conjunto de doce manuscritos, diez de ellos pertenecientes a la enciclopedia científica de Tomás de Cantimpré, y los otros dos a un tratadito de cetrería y de dietética respectivamente. Todos ellos pertenecientes al siglo XIII, si bien el códice granadino es una copia de la primera mitad del siglo XV.
Resumidamente contiene : la parte final del libro III, seis libros completos (IV-IX) y fragmentos de los libros X-XII de la enciclopedia científica De natura rerum de Tomás de Cantimpré, dominico flamenco nacido alrededor de 1204. Redactó la obra a lo largo de 15 años, entre 1228 y 1244, constando de 19 libros de acuerdo con el plan siguiente: el hombre (I-III), los animales (IV-IX), las plantas (X-XII), las aguas (XIII), piedras y metales (XIV-XV), astronomía, astrología y meteorología (XVI-XVIII), elementos (XIX). Contiene también el códice un tratadito de cetrería, De avibus nobilibus, probablemente de los siglos XII-XIII. Asímismo un Tacuinum sanitatis incompleto. De más de 200 conceptos encuadrados en los otros Tacuina sanitatis, sólo se exponen 66, todos ellos medicamentos simples vegetales. En los otros tacuina se incluyen además medicamentos compuestos, las estaciones del año, alimentos animales y vegetales, juegos, ritmo sueño-vigilia, movimientos del ánimo como la ira, la alegría, etc.
Se trata de un códice, escrito sobre pergamino, con una extensión de 116 folios (1 r-1 16 r), de 455 por 325 mm. El manuscrito, de gran belleza y en estado perfecto de conservación, está ilustrado con 611 miniaturas de muy diverso tamaño. La letra e ilustraciones parecen corresponder a la primera mitad del siglo XV.
Las ilustraciones del Códice interpretan, de manera muy peculiar, los textos del mismo. Reproduce fundamentalmente los textos de carácter biológico que figuran en De natura rerum con interpolaciones; una, breve, de la epístola De falconibus; otras, más abundantes, del Tacuinum sanitatis.
Como motivo ornamental predominante a lo largo de todo el códice, hay que destacar los fondos rameados en oro, aunque en las grandes composiciones tienden a sustituirse por panes de oro y sobre todo por celajes a fin de procurar una mayor intención naturalista en las escenas. Los rameados son una nota que podría calificarse de protorrenacentista en el mundo de la miniatura de estilo internacional. Descubrimos en ellos un prurito de refinada elegancia. Dentro de una fundamental unidad, suelen desarrollarse de izquierda a derecha, van enmarcados por líneas rectas, mientras describen amplias curvas con fina caligrafía; a veces se rematan con palmetas de diversa factura; destacan sobre un fondo de color liso, dominando los rojos y azules, aunque en la parte dedicada a la fauna también se encuentran verdes, ocres y otras tonalidades. Como colofón de estas consideraciones generales observemos los rasgos que presentan las figuras humanas. Ante todo se establece un contraste entre las de condición social elevada y baja; los campesinos y menestrales tienen proporciones menos esbeltas y rasgos más toscos, con cabezas más grandes y extremidades más cortas.
Fol. 82r. Tacuinum Sanitatis
Transcripción del texto:
"Sobre las seis cosas que son necesarias a cualquier hombre para la conservación permanente de su salud, junto con sus rectificaciones y operaciones. La primera es la preparación del aire que toca al corazón; la segunda es el ordenamiento de la comida y la bebida; la tercera, el ordenamiento del movimiento y reposo; la cuarta es prohibir al cuerpo el sueño o vigilia excesivos; la quinta, el ordenamiento de la relajación y condensación de los humores; la sexta, la observancia de la persona en la regulación del gozo, de la ira, del temor y de la angustia. Así pues, con estas normas de equilibrio se conservará la salud, y la ausencia de estas seis normas provoca la enfermedad, con el consentimiento de Dios Glorioso y Altísimo. Bajo cualquier género hay muchas especies y muy importantes, cuya naturaleza explicaremos, si Dios quiere. Explicaremos también la selección recomendable a cada uno, y acomodada a su complexión y edad. Todas estas cosas las estructuraremos en un sumario, puesto que la palabrería de los sabios algunas veces hastía a su auditorio, e igualmente el maremagnum de los libros con opiniones encontradas. Pues el hombre no busca en la ciencia sino remedios; no argumentaciones, sino concreciones. Por tanto, nuestro propósito en este libro es abreviar las disquisiciones prolijas y aunar las voces discrepantes.
No obstante, está dentro de nuestros proyectos no apartarnos de los consejos de los médicos predecesores. En este libro no hemos puesto de nuestra parte sino la estructuración, la recopilación, la simplificación de los interrogantes y las conclusiones de las pruebas para dar firmeza al poder de la palabra. No queremos seguir los derroteros de los autores, según la diversidad de su ingenio y opiniones. Así pues, invocamos a Dios para que ordene nuestra inteligencia, ya que la naturaleza humana apenas está libre de errores, pues toda la exposición se acomoda a nuestra modesta intención. Para lo cual, que Dios nuestro Señor nos conforte y auxilie, según su beneplácito".
La palabra tacuinum es la latinización de la palabra árabe taqwim que, según Thorndike, puede traducirse por dispositio per tabellas. Es decir, se trataría de un género literario por el cual se expresa nuestro conocimiento sobre determinada materia de forma clara y sinóptica, a modo de tablas. Tuvo su origen en la idea de un médico cristiano de Bagdad, Ibn Butlán, que murió alrededor del 1063, el cual resumió los conocimientos médicos disponiéndolos en 15 columnas paralelas en forma de tablas sinópticas. Tituló su obra Taqwin al-sihha (Tablas de salud). Este procedimiento fue imitado posteriormente en medicina por otro médico cristiano de Bagdad, ibn Yazla. Ello originó una tradición que fue continuada en el siglo XII, tanto en el campo de la medicina judeoárabe como en la medicina latina, fundamentalmente dentro del arabismo salernitano. Seguramente fue extendido después, en los siglos XIV y XV, a las universidades del Norte de Italia y, ya en el siglo XVI, a las centroeuropeas.