Stultiferae naves
[Burgos] : F. de Basilea, 1500?
Edición facsimilar de la obra de Jodocus Badius, impresa en Burgos por Fadrique de Basilea en 1500, cuyo original pertenece a la Biblioteca Nacional de Madrid. Fadrique de Basilea fue el primer impresor que tuvo taller en Burgos. Utilizó numerosas letrerías en la confección de sus impresos. En la presente obra emplea capitales góticas y letra romana en el texto. De los siete grabados que contiene el impreso, representando una nave con varios personajes dentro de acuerdo con su título -Nave de los locos-, cinco se refieren a sentidos corporales. Se trata de una alegoría satírica, muy al gusto de la época, en que se fustigan los vicios de las clases sociales, al estilo de la Narrenschiff de Sebastián Brandt o del Encomium moriae de Erasmo.
Esta obra es un complemento de la famosa Sultifera navis de Sebastian Brant. A pesar del título, ambas obras no deben confundirse. El autor, Josse Bade (Jodocus Badius), un humanista nacido en 1462 en Asse cerca de Bruselas fue un impresor que desarrolló su trabajo en Francia. Profesor de literatura latina en Lyon, y posteriormente editor e impresor en París, hasta 1535, año en que murió.
La edición se ha datado, debido al año que figura en la marca tipográfica, en 1499, pero debe retrasarse la fecha de impresión al menos hasta después de febrero de 1500, puesto que las estampas que incluye son copia de los grabados utilizados en la edición de París, de 18 de febrero de 1500. De las ocho estampas parisinas, seis se copian fielmente. El entallador español realizó un buen trabajo, aunque no se respetaran todos los detalles que ofrecían los originales copiados.
La nave de los necios o de los locos (en el original alemán, Das Narrenschiff, en su traducción latina, Stultifera Navis) es una obra satírica y moralista publicada en Basilea en 1494 y escrita por el teólogo, jurista y humanista conservador de origen alsaciano y cultura alemana Sebastian Brant (o Brand). Es una sucesión de 112 cuadros críticos (el número puede variar dependiendo de las ediciones) acompañados cada uno con un grabado, en los que Sebastian Brant critica los vicios de su época a partir de la denuncia de distintos tipos de necedad o estupidez. También se ha entendido la obra como una velada crítica a la iglesia de la época (en latín, navis se refiere también a la nave de un templo, y se conoce a la Iglesia Católica como la nave de San Pedro). Tiene una intención didáctica y moralizante
La secuela más conocida es el Elogio de la locura (1509), del humanista Erasmo de Róterdam, quien conocía la obra de Brant (recordemos la identidad entre locura y necedad que preside las concepciones de la época). La influencia de Brant llega a Rabelais o más recientemente al estudio de la necedad formulado en el célebre ensayo del economista italiano Carlo Maria Cipolla titulado Allegro ma non tropo. Michel Foucault dedicó a este libro el primer capítulo de su Historia de la locura en la época clásica y lo relacionó con auténticos barcos de dementes que navegaban por los canales de una ciudad a otra. El pintor el Bosco recreó en un cuadro su propia nave de los locos.