Theatrum Orbis Terrarum
Antuerpiae: Ex officina Plantiniana, 1595. Istituto Geografico Militare. Firenze
El Theatrum encabeza el desfile de obras que hoy día conocemos como atlas. Theatrum Orbis Terrarum que viene a significar ‘Teatro del mundo’. Porque ese era el objetivo precisamente del atlas: representar el mundo, como si de un teatro se tratase. La aparición del Theatrum Orbis Terrarum publicado por Abraham Ortelius constituye un hito en la historia de la cartografía. Recopiló todos los textos cartográficos conocidos, actualizó las fuentes y confeccionó unos hermosos mapas donde se pudiera contemplar una visión moderna y homogénea del mundo a finales del siglo XVI. La obra gozó de un extraordinario éxito cultural y económico, tal como acreditan las sucesivas reediciones y los elogios tributados a su autor. La sed de saber geográfico despertada en la sociedad europea del Renacimiento, tras conocer los asombrosos viajes de exploración llevados a cabo y la creciente importancia que cobra este saber expresado en imágenes, explican su incesante edición en el transcurso de las cuatro décadas siguientes.
Fueron las dificultades estéticas y funcionales que entrañaba esa heterogeneidad de tamaños (de los territorios) las que indujeron a Ortelius a concebir una obra más coherente y práctica, en la que todas sus estampas tuvieran la misma extensión y resultaran fácilmente consultables, independientemente de la extensión de tierras que mostraba y datos que albergara, logrando así que su contenido informativo fuera más accesible y mejor visualizado. Además, les añadió un texto descriptivo del escenario. El trabajo tuvo un alto precio –costaba unos 30 florines la versión, sin colorear, era el libro más caro del siglo XVI. La edición del Theatrum Orbis Terrarum de 1595 representa la culminación de veinte años de estudio profundo del mundo conocido en ese momento, realizado por Abraham Ortelius. Este facsímil que se reproduce aquí y se conserva en la biblioteca del Istituto Geografico Militare de Florencia, se presenta en su versión en color y ofrece un buen ejemplo del antiguo arte del coloreado a mano.
En el mapa MARIS PACIFICI (quod vulgo Mar del Zur) cum regionibus circumiacentibus, insulisque in eodem passim sparsis, novissima descriptio, del Theatrum Orbis Terrarum de Abraham Ortelius, de 1589, está representada la nao Victoria, única de la armada de Hernando de Magallanes que dio la vuelta al mundo, navío que ha servido y sirve por antonomasia para designar otras grandes expediciones. Fue publicado por primera vez en 1589 dedicado a Nicolaus Roccoxius.
No solo fue el primer mapa impreso del Pacífico, sino que también mostró las Américas por primera vez. Este fue uno de los mapas más importantes que apareció en el atlas de Ortelius, el primer mapa impreso dedicado al océano Pacífico, cuyo descubrimiento es recordado por la representación, con la leyenda, del barco de Fernando de Magallanes, la Victoria. Fue grabado en un momento de creciente actividad en el Pacífico, con los ingleses comenzando a asaltar los galeones españoles que transportaban el oro de Perú por la costa hasta el istmo, así como aquellos que realizaban el arduo viaje de Filipinas a México.
La tradición cuenta que la nao Victoria se construyó en los astilleros de Zarauz (País Vasco), de los que no queda ningún rastro. Su nombre viene de la iglesia de Santa María de la Victoria de Triana (Sevilla), donde Fernando de Magallanes juró servir al rey Carlos I. En el pie de este hermoso dibujo o grabado puede leerse la inscripción de la cuarteta latina en la que el barco habla por sí mismo:
Prima ego velivovis ambivi cursibus Orbem, | Magellane novo te duce ducta freto. | Ambivi, meritoque vocor VICTORIA: sunt mî | Vela, alæ; precium, gloria: pugna mare.
«Fui el primero en navegar alrededor del mundo por medio de velas, y te llevé a ti, Magallanes, líder, primero a través del estrecho. Navegué alrededor del mundo, por lo tanto, justamente me llamo VICTORIA, mis velas eran mis alas, mi premio era la gloria, mi lucha era con el mar».
El Pacífico de Ortelius, si bien es vasto, muestra un cuerpo de agua mucho más pequeño de lo que resultó ser el Pacífico. Sin embargo, los métodos para medir la latitud aún eran inciertos a fines del siglo XVI, y Ortelius, dependiente de la información traída por los navegadores, estaba trabajando a partir de un conjunto de datos limitado. La referencia al «mar pacífico», o Pacífico, en el título proviene del comandante de la Victoria, Fernando de Magallanes. Al salir del estrecho tormentoso y traicionero que ahora recibe su nombre, Magallanes se encontró con un mar tranquilo y acogedor, lo que le llevó a describirlo como «pacífico».