Para eso habéis nacido
Aguafuerte, lavis, punta seca y buril (137 x 161 mm.)
Entre un montón de cadáveres de paisanos, el único superviviente cae, vomitando sangre, entre sus compañeros.
En medio de un descampado Goya ha grabado un conjunto de cadáveres abandonados a su suerte. Las posturas de los cuerpos descontrolados y las expresiones inanimadas de los rostros contribuyen a incrementar el horror de esta imagen. Por su idea, tan subrayada con la leyenda, es esta composición una de las páginas más tristes y pesimistas que puedan imaginarse. Solo hay un personaje vivo en la escena que está vomitando sangre, lo que indica que muy pronto también él será parte de este amasijo de seres sin vida. La escena tiene lugar en un paraje inhóspito, desnudo, no hay árboles ni arbustos, ni casas que puedan abrigar al ser humano.