Con la  crueldad como protagonista, en esta lámina un hombre está siendo sometido a una tortura por tres soldados franceses. Con una cuerda atada a un árbol  alrededor de su cuello , el prisionero  abre la boca al tiempo que cierra los ojos. Parece estar  gritando de dolor y sus cabellos se han erizado ante el insoportable sufrimiento físico. 

Un soldado apoya su pie sobre la espalda del prisionero para asegurarse que la cuerda está suficientemente tensa como para asfixiarse.

Los otros dos soldados  sujetan por las piernas a un español al que han hecho prisionero. No hay escapatoria posible.