Aguafuerte y agua tinta (129 x 182 mm.)
El hambre continúa siendo la protagonista. En este caso retrata a un grupo de figuras descarnadas y famélicas que piden ayuda a una joven bien vestida y afrancesada que pasa junto a ellos agachando la cabeza. Al fondo un oficial francés la mira. En este caso no hay crítica, para la joven es peor pedir que prostituirse, ejerciendo una profesión que representó para muchas mujeres una solución a la grave situación que había planteado la guerra.