Un lobo sentado sobre sus patas traseras, escribe en un pergamino "Mísera humanidad, la culpa es tuya, Casti" mientras un variado grupo de personajes lo rodean y observan. Frente a él se arrodilla un fraile que le sujeta el tintero.

En este caso no hay duda sobre la influencia que el texto de Giambattista Casti "Gli animali parlanti" (1801) ha ejercido en la realización de esta estampa puesto que el mismo Goya anota un fragmento de esta obra en el papel en que escribe el animal que protagoniza la escena. En el poema Casti nos presenta a un zorro como primer ministro que es el  encargado de comenzar la guerra, en este grabado se puede interpretar la idea de la firma de un tratado por parte de un mandatario en conveniencia con la Iglesia.

El hecho que Goya haya representado un lobo podría significar la astucia y a la ferocidad con la que los gobernantes convencían al pueblo de que todas las desgracias que le habían sucedido eran culpa suya.